Dundee a Royal Natal NP

24 ºC

Ladysmith y Colenso 

Hoy nos dirigimos hacia las montañas Drakensberg que son frontera natural y política con Leshoto.

Previamente hemos visitado uno de los escenarios de las guerras angloboers y entre voortrekkers y zulús donde mayor numero de batallas se disputaron: la zona de Ladysmith y alrededores.

Gropelaar’s Kloof:

En los altos de Tugela se libraron numerosas batallas, pero solo hay un punto donde se pueda acceder fácilmente que es el Gropelaar’s Kloof. En este punto hay un monumento en memoria de los caídos y un mirador al río Tugela con buenas vistas afeadas por un sinfín de cables eléctricos.

No es fácil encontrar ni acceder al resto de los sitios de las batallas de la orilla norte del Tugela, muchos de los cuales están en propiedades privadas. Tampoco se encuentra información que facilite las cosas. Recomiendan visitarlos con guía pero no somos grandes aficionados a las aventuras bélicas y solo queremos aprovechar para conocer camino al Drakensberg.

Colenso:

La batalla de Colenso, que permitió que los británicos cruzaran el río Tugela, fué una de las mas importantes en la segunda guerra anglo-boer.

El ejercito boer del Estado Libre de Orange se había hecho fuerte en la orilla norte del río Tugela impidiendo el paso de personas y del ferrocarril hacia Ladysmith, tras varios enfrentamientos, el último de las cuales duró 10 días, las tropas británicas consiguieron pasar y dirigirse hacia Ladysmith, ciudad que tomaron el 28 de febrero de 1900.

Poco hay que ver, Colenso es una ciudad industrial bastante antipática para andar y con mínimas indicaciones. Intentamos llegar hasta el puente del ferrocarril, cosa que no conseguimos. Lo que encontramos fue el llamado “Gun Sites”, donde se erigen marcadores de las posiciones de batalla en que lucharon y murieron el Teniente Roberts y sus tropas.

Camino al macizo del Drakensberg 

Desde Colenso nos hemos dirigido hacia Bergville, cruzando paisajes agricolas y una gran cantidad de poblaciones muy dispersas.

Bergville es un pueblo muy moderno donde se puede uno aprovisionar tanto en comida como gasolina, usar baños terriblemente limpios o relajarse tomando unas bebidas.

A partir de aquí nos adentramos en la zona norte del Drakenserg.

Royal Natal National Park 

Las WildCards nos dan acceso a este parque tras registrarse en la entrada. Al poco rato hemos encontrado una señal que indica que hay una zona de pinturas rupestres que decidimos visitar.

La entrada no es libre, se debe acceder con guía oficial del parque, la razón muy simple, el vandalismo que ha provocado un gran deterioro en muchas de las pinturas de la zona. Así que por el módico precio de 50 ZAR por persona emprendemos el ascenso al  Sigubudu shelter con un desnivel de 100 m por una senda agreste que va haciendo zig-zag.

El guía va parando para explicarnos cosas y aprovechamos para tomar aliento, lo que nos ha permitido ver un rebaño de elands comunes o alces de El Cabo (Taurotragus oryx)o en la ladera de enfrente.

Eland común (Taurotragus oryx)
Nos cuenta que el poblado que tenemos enfrente, justo a la salida del parque, se llama Amazizi y que antaño fue un poblado de zulús que recorrieron al canibalismo en un momento de escasez y hambruna. También nos explica sobre los arboles y plantas. Las pinturas son preciosas, hechas con un trazo muy fino y muy bien dibujadas en ocres, rojos y blancos. Si bien están deterioradas y algunas de ellas han perdido completamente el color al ser mojadas sistemáticamente por visitantes y guías para resaltarlas.
Escena de caza
Pinturas decoloradas

En el Drakensberg hay mas de 35.000 paneles de pinturas san de entre 8.000 y 3.000 años de antigüedad, pero visitables de forma fácil hay pocas. En primer lugar es difícil encontrar información que no sea muy genérica sobre ellas, de las localizaciones ya no hablemos. En segundo lugar muchas están en zonas privadas y te hacen pagar entrada solo por ir a preguntar, porqué las personas que están en las puertas no saben o no quieren darte información. Una numero considerable están en abrigos de los que no tienes la localización exacta y para las que se necesita hacer caminatas de día entero para llegar (imagino que después estarán señalizadas) por lo que si no has venido para hacer excursionismo quedan muy a desmano.

La excursión, incluyendo el ascenso, explicaciones, tiempo para ver las pinturas y vuelta nos ha llevado una hora y media. Así que a continuación buscamos una zona de picnic para comer los sandwiches que llevamos.

Está indicado que no se alimenten a los babuinos pero no hemos visto ninguno. En cambio hemos podido ver un imbabala precioso!

Tras comer hemos seguido hasta el punto máximo donde se puede acceder en coche, que es un parking donde empiezan un montón de excursiones, pero son todas de largo recorrido por lo que paseamos un rato viendo el anfiteatro (cubierto de nubes).

Para finalizar el día nos hemos ido a observar aves y ver el atardecer en el lago que hay cerca de las oficinas del parque.

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